Desde las calles y el olvido,
el dulce gemido del viento;
que desordena la tristeza,
sangrante, como terciopelo.
La voz traspasa la cintura
de la noche, la luz del miedo
y el perfume de rosas muertas
en este blues, que teje el tiempo.
Atrapada en la soñolienta
quimera del whisky, el perverso
aroma del burdel, nos canta
esa balada de lo eterno.
10 Me gusta
Precioso poema compañero.
Gracias por participar.
Un abrazo!
1 me gusta
Tan Billie este poema… lo bordaste! Precioso, compañero.
Muchas gracias! Abrazo!
1 me gusta
¡Cautivador y absorbente!
¡Muy hermoso y conmovedor!
¡Te felicito!

1 me gusta
Muchas gracias por comprender y compartir el poema. Un saludo.
1 me gusta
Muchas gracias. Billie Holiday tal como fue. Un saludo.
1 me gusta
Gracias a ti por leerlo y difundirlo. Un saludo.
1 me gusta
Me cautivó: “… nos canta esa balada de lo eterno”.
Excelente.
Un gran saludo
1 me gusta
Muchas gracias. Me alegro que te guste
Un saludo.
1 me gusta
Muchas gracias por participar en el reto!

1 me gusta