Desde las calles y el olvido,
el dulce gemido del viento;
que desordena la tristeza,
sangrante, como terciopelo.
La voz traspasa la cintura
de la noche, la luz del miedo
y el perfume de rosas muertas
en este blues, que teje el tiempo.
Atrapada en la soñolienta
quimera del whisky, el perverso
aroma del burdel, nos canta
esa balada de lo eterno.
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Precioso poema compañero.
Gracias por participar.
Un abrazo!
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Tan Billie este poema… lo bordaste! Precioso, compañero.
Muchas gracias! Abrazo!
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¡Cautivador y absorbente!
¡Muy hermoso y conmovedor!
¡Te felicito!

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Muchas gracias por comprender y compartir el poema. Un saludo.
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Muchas gracias. Billie Holiday tal como fue. Un saludo.
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Gracias a ti por leerlo y difundirlo. Un saludo.
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Me cautivó: “… nos canta esa balada de lo eterno”.
Excelente.
Un gran saludo
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Muchas gracias. Me alegro que te guste
Un saludo.
Muchas gracias por participar en el reto!

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