Aquello que unos pocos conocen
floreció en una mente inquieta
y permaneció cobijado en los libros
como insectos atrapados en ámbar,
entre abecedarios milimétricamente ordenados.
Johannes Gutenberg tuvo una idea fascinante
porque Calímaco, Aristóteles y Tolomeo
desaparecieron bajo el fuego de Alejandría.
¿Qué fue de aquel saber?
Palabras, lenguajes y lenguas ¿muertas?
Hola, Benjamín Franklin
yo enterré juntos a Cleopatra
y Marco Antonio.