Todas las noches él se refugia
en mi cabello de ébano
y besa mi hombro desnudo
yo me hago pequeña en sus brazos
y beso la yema de sus dedos.
Somos un par de almas jugando a amarse
besos clandestinos
secretos robados entre las ocho y las diez
mientras nuestros cuerpos
danzan en perfecta sincronía.
Y es en esa décima de segundo
mi nombre en sus labios
su nombre en los míos
instantes cautivos entre las ocho y las diez.
Desfallezco en su pecho
me rindo a la ternura de su abrazo
lo siento temblar y mientras
recupera el aliento
susurro a su oído
! Es hora de despertar !
Foto creada con IA de Canva.