Ante las maravillas naturales
igual UNO, me siento con el todo,
pues grato me resulta el acomodo
si pudiera cumplir mis ideales;
que ser no son tan vez espirituales
porque saliendo del pesado lodo,
de ninguna manera encuentro el modo
de sortear las penas terrenales;
porque admirar los árboles encanta
los pies estarse quietos nunca pueden
y a recorrer sus valles se dedican,
mientras este soneto alegre canta
la gracia que a los ojos hoy conceden
las musas que el amor intensifican.