Navegantes de aguas turbulentas
arrien las velas e izen los sueños
el mar de fondo nos arrastra
fijen el ancla de arrastre
la corriente marina no se detiene.
Descubre tu rostro navegante
y huésped del sórdido invierno,
sombra errante
Alma desamparada,
visitante del averno.
Cómo el azafrán rojo intenso
cimbra tus deseos,
arrastra al bajo mundo
las bisagras de bronce
encontradas en la mazmorra del tiempo.
En el lado opuesto del espejo,
arquetipo del reflejo
el pájaro tornasol
maniobra el timón
de la barcaza azul.
Sus labios rotos trepidan
y suspiran por un mar
tapizado de girasoles…
Inspirador poema!!! Un gusto disfrutar de tus versos, poeta.
“Alma desamparada
visitante del averno…
Cómo el azafrán
rojo intenso
doblego mis deseos
y arrastro al bajo mundo
las bisagras de bronce
encontradas
en la mazmorra del tiempo…”