Bala fría


A la soledad que ya nadie ocupa

La hoja ácida de la lima pudriéndose en la rama, mi alma también.
Hay un gato mojado detrás de esos párpados
un galope de animalidad en todos lados, orquesta
de bichos, soles, dientes, hierba.

Hay algo sinfónico en lo que veo: un pájaro de petróleo
invitándome a salir,
algo profundo y lento: tengo en mi corazón un molusco quieto.

    Suena.
    Salta. Aluniza un átomo húmedo. 
   Abre. Gira. 

Hay una bala fría tras la puerta.

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Muy hermoso, me encantó leerte. Saludos cordiales.

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Grande! :heart:

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Ey, gracias por el comentario. Todo tan cierto y tan vivo

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Gracias! Qué distinción. Un abrazo. Gracias por leerlo

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