“Hoy he vuelto
a mi pueblo después,
de una ausencia muy larga
y encontré,
que ni el pueblo es el mismo,
ni yo soy igual…”
Fragmento de una canción de “Los Olimareños”
¡¡ Ay…amigos!!
cuanta tristeza enjaulada…
Recorrer nuevamente las calles
manchadas de nostalgia,
de adoquines y charcos pintados,
con su eterna fragancia.
Imágenes prisioneras
en el fondo de un baúl,
heridas por el tiempo,
familiares, hermanos, amigos
con sus pasos perdidos
…
como duele la ausencia, el vacío,
de los seres queridos.
¡¡ Ay…amigos!!
cuantos recuerdos y olvidos…
Cuanta verdad encerrada
entre esquinas y tablados,
cuanta sátira engarzada,
cuanta burla acompasada
…
si el escenario ha cambiado,
la esencia y la bacanal…
siempre estarán a su lado.
Bajo el Reino de Momo
le canté a la esperanza,
se condenó a la injusticia
se liberó la confianza
…
y se atrevieron las risas
a volverse carcajadas.
Mastico con angustia
y con sabor amargo,
todo lo que ha quedado
disuelto en el camino.
Me emociona el saber
que aún quedan duendes blancos,
protegiendo el reinado
bajo su eterno manto.
En mi pueblo se escucha la voz
de mil letras al aire,
que atraviesa el silbido del viento,
sigue libre ante el paso del tiempo.
Es la burla… un mensaje de amor,
en la sátira … no cabe el rencor
y en la piel del murguista el color,
sin dejar de lado a nadie.
Es la herrumbre de un viejo eslabón,
un recuerdo, una simple pasión,
es la vida, el disfraz, el bufón,
marionetas de un simple rincón…
En la fiesta de Momo he crecido,
bajo el mismo reinado me iré
y aquel sitio que tenga el destino
una murga de sueños,
crearé…
Con la cara pintada…