La ola vino serena
con sus colores marinos
y te trajo…
críptica, oceánica,
inexpugnable.
Fuiste incandescencia
de flores
y cabello al viento,
el sol brilló en cada hebra,
y así supe predicarme en ti,
costa y relación descifrada
de todos mis adjetivos.
Fuimos correlato
inédito que se escribió
al amparo de la arena bruja.
Te sé…
Me sabes…
entre caracoles dormidos
y un medanal de silencios.
Alícuota azul
de cuerpos palpitantes,
primicias de goce,
inmensidad de vértigos.
Prima, después de leer este poema me pregunto… ¿tú para qué quieres hacer verso clásico? será más bien que el verso clásico se adapte a lo que tú quieres escribir -quiero decir, que no te empeñes en hacer una estrofa sino encuentra la estrofa que te va mejor- porque tu poesía no es para ponerle cadenas. Precioso Prima. Un gran abrazo!!