Ser la última gota, que sentencia al vaso.
Ser la única huella, que adelanta al paso.
Ser la madrugada, que concilia al sueño.
Ser beso que aguarda a un corazón pequeño.
Ser esa mirada, que no frunce el ceño.
Ser mi única joya carente de empeño.
Ser la consecuencia, que acompaña al acto.
Ser la sutileza, que requiere el tacto.
Ser la propaganda, que arruina al fracaso.
Ser la fiel promesa de un amor de ensueño.
Ser de mis minutos, el segundo exacto.
Mil gracias amigo Alejandro, este ha sido mi primer jotabé, y he querido dedicárselo al amor y motor de mi vida. En estos versos plasmo lo que ella representa en mí.
Un abrazo amigo poeta.
Muchas gracias Pedro, así es, como tú bién describes.
Abro mi corazón en este mi primer jotabé, al amor de mi vida, a nuestros treinta y dos años de un sin fin de momentos y vivencias. No hay marcha atrás, solo un ir hacia delante, día a día, saboreando cada momento juntos. He de admitir que en ella tengo la mayor de las fortunas.
Un abrazo Pedro.
Muchas gracias María. Vivir la vida con la persona a la que amo es la mayor de mis recompensas, a día de hoy no le pido más a la vida.
Un fuerte abrazo María.
El verdadero amor lo permite todo y nos convierte en todo, nada mejor que plasmarlo en este maravilloso jotabe que nos regalas. Es un gusto leerte. Saludos cordiales.