Creo que es la enseñanza que muchos sacamos de ese horror, todos los que casi llegamos y fuimos afortunados de dormirnos ese día… se paró Madrid y los corazones en vilo… una tristeza generalizada que se tradujo en un silencio colectivo durante días. Gracias!
Pues me has puesto los vellos de punta! Ese funesto día no te tocaba a ti…cosas del azar.
Una experiencia que marca la vida para siempre.
Gracias por compartirlo con todos nosotros. Una cosa más de ti…
Yo también recuerdo ese día espeluznante, en la marcha que hicimos por la tarde…llovía sin parar…y bajo los paraguas, mojados por dentro, guardábamos un silencio que no olvidaré jamás.
Profundo poema, y duro momento.
Yo recuerdo muy bien ese día. Estaba llevando a mi hijo a la parada del bus del cole. Y recibí una llamada de mi marido para decirme que estaba bien. No sabía de que me hablaba, aún no sabía nada. Él iba es esa línea pero en la dirección contraria… afortunadamente para nosotros. Por desgracia para otros mucho no fue así.