En mi mente
atesoro recuerdos
henchidos de palabras
pensadas, pronunciadas,
y guardadas,
en el joyero de la memoria,
ese en el que se guardan
los tesoros de las añoranzas
de lo instantes eternos.
En mi mente atesoro
recuerdos, de mí día a día
poco tiempo
para enumerarlos
en las horas muertas,
en mi caja torácica
poco aire ondea
pero el suficiente
para que las mariposas
de mis sueños
batan sus pigmentadas alas
en el arrabal de tu rostro.
En mi mente evocada,
guardo
los versos de tus labios,
guardo
tu centelleante mirada,
guardo
la sonrisa de tu rostro,
para colgarlas
en los días de soledad
en las nubes que pululan
por nuestro cielo.
En mi mente
guardo recuerdos,
y poco tiempo
para contarlos.
Pero en ese tiempo
en mi mente
atesoro tu nombre,
y las caricias
de tu mirada.
Del Poemario El Miserere del Olvido
Pippo Bunorrotri.