Solo somos un reloj sin tiempo
la manecilla dando vueltas sin cesar
nadando y nadando en este mar,
una pluma que cada día se lleva el viento.
Deshaciendo arenas los años
llenando de palabras el aire
intento de ahogar la realidad
con el humo del engaño.
La muerte se alimenta de las horas
que se escurren en este río
lleno de rencores y de hastío
en esa soledad que añoras.
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Magnífico poema Juan Carlos, te prometo que si me gano la lotería mañana, compró el Aleteo del Colibrí, para ver si puedo pensar, sentir,amar del modo que tú lo haces. —Aplausos.
Está bien amigo, pero mejor será el próximo, ese es primerizo y autopublicado a pulmón. Abrazo
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Esos son los más auténticos, yo los busco en todas la ferias que voy y los llevo a casa.
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Hermoso poema, Juan Carlos.
Esta estrofa la sentí en mi piel…
Un abrazo, poeta.
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Gracias, amiga, me alegra que te guste. Un abrazo.
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Gracias Paco, compañero. Saludos
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Gracias a ti, amigo.
Un abrazo