Asiendo el futuro

Gasto el tiempo
en repasar en mi memoria
el momento cuando
mis manos obstinadas
deshojaron pétalo a pétalo,
la flor de los recuerdos.
Después de ello, los átomos dispersos,
que se adaptan a los pisos y paredes,
que se dilatan en el jardín de la existencia,
resucitando día a día,
encendieron sus colores
solazándose en la frescura
que triunfa más allá del fin.
Penetré dentro de mí en
búsqueda de la cosa soñada,
sujetando al futuro pero sin
dejar la experiencia del pasado.
En el jardín cercano
un fino perfume rompió el empaque,
el aire se transformó en aroma puro,
luminosidad, encanto y
en todo lo que no podemos encasillar.

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