Así como sois,
de espalda de seda,
y dientes de plata,
con pestañas de siempre,
y luna de azúcar;
Así… así como te amé…
Como las nubes de celo,
sin aves cascadas,
ni sueños de azul,
como la nieve dorada;
absorbes la tristeza
de esta luz…
En el siniestro deseo
de las ganas dormidas,
en el vacío repleto de
orgasmos abandonados;
presumiendo tu piel fanfarrona;
así como te extraño,
así has de venir.
Y sin doblar las campanas,
sin el viejo y el mar,
clandestina de los miserables,
conspicua entre los sepulcros;
“como las eternas”,
sin extrañar la juventud;
como tal has de enderezar laberintos;
los de mi alma, y los de tu sol…
Excelente poema!!!- Bellas imágenes metafóricas; un placer venir a leerte.
“Y sin doblar las campanas,
sin el viejo y el mar,
clandestina de los miserables,
conspicua entre los sepulcros;
“como las eternas”,
sin extrañar la juventud;
como tal has de enderezar laberintos;
los de mi alma, y los de tu sol…”
“Y sin doblar las campanas,
sin el viejo y el mar,
clandestina de los miserables,
conspicua entre los sepulcros;
“como las eternas”,
sin extrañar la juventud;
como tal has de enderezar laberintos;
los de mi alma, y los de tu sol…”
A pesar del tortuoso y empedrado camino, el final limpio y brillante te sonreirá.
¡Que gusto poder saludarte Poeta!