Contemplo el pulso del universo
desde la orilla de tu mirada,
y tiembla mi corazón un caballo de trigo,
jugando con pequeños presagios de lluvia.
Me has llevado al cofre de tu alma,
artesana de luciérnagas.
Lugar donde cultivas el sonido elemental
de la memoria, en mi corazón de ojales y madreselvas.
Excelente tu decir en este poema.
“Me has llevado al cofre de tu alma,
artesana de luciérnagas.
Lugar donde cultivas el sonido elemental
de la memoria, en mi corazón de ojales y madreselvas.”