Repiqueteo de gotas
en la hoja elegante de tu cuerpo,
ZAS zas. Zas zas…zasss.
Splaaash. Clapclap-clap.
Plic drop…plic drup.
Muac
muá.
Golpeteo asíncrono,
matices armónicos,
acentos piano forte
en tu dermis arácea.
Mis labios,
plectro punteando a besos
tus tensadas y afinadas líneas,
partitura que la lluvia ha escrito.
Al minuto tres y treinta segundos
esperaba siempre el contra ritmo
y del rasgueo frenético
brotaban relámpagos asincopados.
Cadencia líquida,
onomatopeya húmeda,
besos acústicos que escurren
en tus tibios diapasones
hasta tu caja de resonancia
donde nace sonora
la lluvia que alegra al mundo.
Aún gravita en lo lejano
contenida sinfonía,
arpegia melancolía,
de aquella noche de verano.
Zip
zi iip
.
.
plaf…!
¡Guaooo!.. ¡Te quedó demasiado tripa! ¡Y lo sé!, o sea, lo entiendo… sólo porque me asiste la sabiduría del instinto: yo tengo una especie de instinto que me dice, qué sonidos —sonidos míos, guturales— combinan mejor con otros. Practico —por hobby, me relaja— las improvisaciones de «scat singing» y lo combino con improvisaciones de «beat-box» y desde chico, sé, estoy consciente de que, sin tener conocimientos previos y académicos musicales, entiendo en la práctica desarrollos de melismas, vibratos y otras “técnicas” de canto que, a veces uno utiliza para embellecer el canto.
Me hiciste recordar al poeta M.A.E. (Manuel Antonio Ettedgui) un joven poeta y actor de teatro que, murió muy joven durante la puesta en escena de una de sus experimentales obras teatrales —el público creía que, eran efectos especiales muy bien logrados porque la agonía del personaje se veía muy real… ¡Y lo era!, porque se estaba muriendo… ¿¿¿Quéééééée taaaaaal???—. MAE, había escrito poemas que no se podían leer… sólo él hubiese podido, porque estaba lleno de palabras fisiológicamente IMPRONUNCIABLES… Y tu poema me lo hizo recordar.
Estimado Chane, gracias por tus siempre efusivos comentarios!
Me pusiste a investigar sobre MAE. Que potencia, valor, originalidad de este artista! Tan solo leer “Arena” de su autoría nos revela su genialidad.
Lastima, que como muchos poetas (y románticos sobre todo), hayan tenido una muerte prematura. A los 23 años era sólo un muchacho y ya había dejado su sello para siempre.
No están lejos grandes genios matemáticos que también se fueron jóvenes como Evariste Galois, muerto de un balazo en un duelo (igual que Alejandro Pushkin) Parece que ser rebelde y genio es un binomio indisoluble.
En ese sentido y si esa es una ley universal, me parece que voy a ser eterno.
Honor a quien honor merece, yo también le aplaudo desde mi butaca por ser una artista completa y que apoya este quehacer de los que somos sin quehacer o le robamos tiempo al quehacer para hacer esto que nos gusta.
Clap Clap Clap desde México (siempre el idioma madre se transforma al trasladarse y acá los aplausos suenan así)
Excelente @JDuque, el poema transcurre como una secuencia de acrobacias acuáticas, dónde el acidentalismo reclama su participación,no desde la mención,sino desde su propia sonoridad «Zas, splash,clapclap).
Dice Arias Pomontty: «… Impíos los que piensan el poema como una acumulación de letras en el esqueleto de un árbol…»
He allí el peso que tiene el lenguaje participativo, en él, el beso, las gotas, el resorte de la cama, y hasta una eyaculación pueden expresarse por si mismos.
Aplaudole primo saludos grandes por todo México.
Va de vuelta un abrazo y agradecimiento por tan lúcido e ilustrativo comentario. Y si, la onomatopeya, madre del lenguaje sirvió para organizarse en la caza, en dirigir huestes guerreras y en solicitar a las mujeres lascivas necesidades.
Muy original, bello y excelente poema. El solo titulo lleva en si una imantación indesprendible. Luego sus versos, cadenciosos, rítmicos y sonoros ungidos por esas onomatopeyas, completan la maravilla que envuelve el poema.
Me encanto. Lo aplaudo con estrellas de oro.
Abrazo