Arde la tarde y el intento,
es el de verte nuevamente en el ocaso.
En una sombra flaca me guarezco,
con un papel en blanco bajo el brazo.
Esperando que el verso se haga letra,
y en busca de tu abrazo, se haga canto.
Ser poeta es caminar mil soledades,
en busca de un susurro que estremezca.
Treparse a las colinas de la tarde,
con un sueño en el alma, y en las piernas.
Yo siempre he caminado hacia tu encuentro,
sin saber que el tropiezo, era camino.
Y así me he emborrachado de tristeza,
en las sobrias cantinas del olvido.
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“Ser poeta es caminar mil soledades,
en busca de un susurro que estremezca”.
Ay, ay, ay… abrigate que afuera hace verdad, @Marcos.
“Y así me he emborrachado de tristeza,
en las sobrias cantinas del olvido”.
Qué opulencia! Gracias.
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Excelente poema, con una bella dosis de nostalgia; gran musicalidad al leerlo.
“Yo siempre he caminado hacia tu encuentro,
sin saber que el tropiezo, era camino.
Y así me he emborrachado de tristeza,
en las sobrias cantinas del olvido.”
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Hola Jbrahin.
Muchas gracias por tan amables palabras,
las que recibo con gran alegría.
Gran abrazo para ti.
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Hola Lucía!
Muchas gracias por pasar.
Me alegra que te haya gustado.
Gran abrazo!
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