Antorcha del pensamiento
un buen libro puede ser,
si nos ayuda a crecer
con sabio conocimiento.
Porque dota de talento
a quien lee favorece,
al tiempo que se le ofrece
tan útiles herramientas,
para echar solo las cuentas
con las que en vida tropiece;
para poder proseguir
aplicándose con codos,
zafándose de los lodos
que no le dejan vivir.
Ojalá que al discernir
educar se nos permita
a diario, lo cual no quita
seguirse documentando,
tema que de vez en cuando
algún golpe nos evita.
Que el libro a todo insensato
sin cuidado igual le trae,
si es que en lo esencial no cae
su más insulso alegato.
Luego por pasar el rato
tal vez cante su lamento
si a solas por un momento
le remuerde la conciencia,
al pensar que por herencia
le guste aplicarse el cuento.