Silencios interminables hemos sembrado
con la lobreguez de nuestras sombras
y cenizas de los fuegos que quedaron.
Cubrí bien con la sal todas las memorias
y cerré sin retorno los caminos enfangados
para que mi futuro no saque las copias.
Que en el ruinoso atrás no quede clavado
y nos despierte este 2025 con las rosas
de una vida, un universo nuevo sin pasados.
El 2025, fuente de aguas nuevas que brotan
rosas renacidas, nuevos deseos y postulados
sin las manchas, ni ideas torcidas de antaño.
Porque todo lo de atrás ha quedado cancelado.
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