Se vuelve añil
el negro de los días,
cuando encuentro luz
al final de la escalinata oscura.
Cuando los adornos son guirnaldas
y los abrazos cálidos.
En la ambigüedad de las horas
se quedan escondidos
entre escasos minutos,
algunos rayitos de esperanza.
A la vuelta de la esquina
de este burdel que es la vida,
hay pequeños puestos
donde regalan tragos de miel
en cuencos de barro antiguo.
Siempre prendo una luz
en la solapa de la vida,
o pinto una mariposa
en el envés de la mano herida.
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Rayitos de esperanza en días negros, tragos de miel y mariposas en la mano herida…
Al final la vida nos compensa. Muy bonito tu poema.
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Hermoso!!! sin palabras
Podía haber citado todo el poema
no tiene desperdicio
Un abrazo
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Preciosos versos horten
un beso
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Gracias por tan bonito comentario.
Saludos
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Minada
18 Enero, 2021 15:52
10
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Rraffa
18 Enero, 2021 16:04
11
Qué bien encontrar rayitos de esperanza. Un abrazo
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Muchísimas gracias, saludos
¡Me encanta!
Te lo digo con total sinceridad: ¡lo he sentido!
El pasar de los minutos y esos pequeñísimos halos de esperanza.
¡Me encanta esa descripción!
¡Me encantó!
Yo tengo una mariposa pintada en el dorso …una mano que también ha sido herida!
¡Tu poema me maravilló!
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Mil gracias Alda, precioso comentario.
La vida nos da , pero nunca hay que cerrar del todo, todo puede ser, llegar o estar cuando menos lo pensamos.
Un beso
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Checha
19 Enero, 2021 20:05
20
Así es, miel en cuencos pasados, que la dulcifica. Precioso❤️
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