Amores perros

¿Qué tienen los poemas ajenos que faltan a los míos?
¿Adónde se equivocó la mano al agarrar la palabra
y torcerla sobre el lienzo de tu piel?
Me basta con imaginar el sabor ajeno de tu saliva
que hago mía cuando me ahogo en los besos que me niegas,
los silencios con que ignoras mis versos encendidos
el deseo resbalando entre las sábanas enajenadas.

Me acuesto solitario
pero duerno acompañado
porque habitas mis sueños
como las plegarias de la madre
abandonadas en tu infancia.

¿Qué tienen los poemas ajenos que faltan a los míos?
¿Adónde se equivocó la mano al agarrar el deseo
y torcerlo sobre el lienzo de tu piel?

Me basta con el orgasmo
habitando en las palabras que no me dices
por temor a enamorarte de la muerte
y terminar ladrándole a la luna.

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