Cómo puedo seguirte, si no veo el camino,
cómo puedo sentirte, si ya no te adivino.
Me quedé solitaria, curando las heridas,
buscando las verdades, ocultas en las vidas,
rogando caridades, sintiendo sacudidas,
y mi propia ceguera, me niega las salidas.
Camino lento a tientas, buscando entre las sombras.
Lograr que no me mientas, sentir que tú me nombras.
Cómo puedo pedirte, que busquemos destino,
no tengo un amor falso, somos almas unidas,
solo quiero que sientas, la voz cuando renombras.
.
.
.
.
Junio 2020
Incluso en mitad del desgarro emocional eres capaz de centrar en ti la responsabilidad de un sufrimiento cuya causa tal vez sea compartida. Inteligencia emocional, humildad, empatía… y belleza hay en tus versos, querida Horten. Un abrazo grande.
¡Es muy hermoso!
Es contenido es muy conmovedor… tuve una sensación de angustia al leerlo …sólo quería llegar al final!!!
Además, los versos alejandrinos ¡tienen un no-sé-qué!