En tu cabello, el sol reposa,
fragancia de un verano en calma.
Lágrimas percibo, lánguida prosa,
en tus ojos, alba marina, alma.
Serás el instante más hermoso,
fulgor radiante del tiempo estival.
Permanece, eterno y glorioso,
amor, más brillante que el sol natal.
Arderemos, en fuego desatados,
dos almas en un mismo latido.
Unidos, seremos eternizados,
en pasión y amor, fundidos.
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Agradecido con tu escritura, aunque pienso a la inversa: que el amor puede convertirse en la más grande de las derrotas.
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¡Gracias por tu valioso comentario! Es maravilloso cómo el amor puede ser percibido de formas tan diversas. En este poema, he buscado destacar la belleza y la luminosidad que el amor puede aportar a nuestras vidas. Sin embargo, comprendo que también existen momentos en los que el amor puede resultar desafiante y llevarnos a experimentar derrotas emocionales.
Un saludo compañero.