Este amor herido por la distancia
envuelto en la triste melancolía
de la aparente soledad vacía,
aunque siempre navega en la abundancia.
Lleva como divisa la constancia,
en los avatares del día a día,
en los insomnios de la noche fría
y no le bastan para calmar su ansia.
Le ahoga la pena de haber perdido,
se dobla ante el peso de la congoja,
ignora al uso el participio olvido.
Llora a escondidas la penosa ausencia
y lo arrastra el viento cual débil hoja
a los remolinos de su demencia.
Edel@vateignoto
13-02-2021
Imagen de Pixabay