Yo recuerdo el instante
el momento preciso en que sus ojos se clavaron sin piedad en los míos.
Recuerdo la hora,
los minutos,
el día, la fecha y la dirección en qué soplaba el viento, lo recuerdo por el movimiento que tenía la espesura de su cabello negro.
Yo recuerdo que hubo un silencio
pero no ensordecedor
sino de aquel que te llena de alivio el corazón.
Yo recuerdo que no hubo nervios,
no hubo temblor en mis manos
solo mi memoria tratando de quedarse hasta con lo mínimo de ese encuentro.
Yo recuerdo las breves palabras
el gesto de la comisura de su boca cuando me esbozó una sonrisa y la forma en que entonó la despedida.
Yo recuerdo salir de ahí
diciendo que era amor a primera vista.
Yo recuerdo el instante en que regresé,
el instante en que me atreví a preguntar su nombre
y entendí que hay personas que te hacen repetir un mismo sentimiento.
Ahora que la conozco
y entiendo que no es para mí,
es inevitable preguntarme si este amor a primera vista fue un error de cálculo con la mirada o un error de cálculo con el corazón.
