Amo a la vida
que al oído me murmura
secretos inconfesables,
recuerdos olvidados,
sueños perdidos.
Que me habla
en los días despejados,
y en las noches oscuras,
con palabras con sentido
y sin sentido,
llenas de razón.
Amo a la vida
con un destino
con un motivo,
que al oído me susurra
palabras de amor,
palabras de desamor,
palabras necias
y palabras sabias
que marcan la senda
de mi destino.
Por eso respeto su franqueza
como tolero sus caprichos,
como guardo sus sueños
en ese lugar que todos ven
pero que no saben que es.
Por eso…
Amo a la vida
que fría acaricia mi piel
mientras camino
hacia ese destino
que ni ella misma conoce.
Sinfonía de Sentimientos
Pippo Bunorrotri.