23
Huyo de la gente,
huyo de mi sombra,
huyo de la muerte,
ese día que la amargura
me llamo por mi nombre.
24
Huele a tristeza la casa,
ese olor pastoso
que se hace una bola
de mierda asquerosa;
cojo un cuchillo partiéndola en anillos.
25
Adiós dije a mi mujer
que se iba de la mano
de su amante, que le daba´
lo que yo no tenía; triste me quede
porque ellos se iban con alegría.
26
Miedo me dan
las mascararas de mis vecinos
que salen todos los días
a engañar a sus sombras;
me encerré en mi cuarto
a romper mis mascaras.
27
Duermo todo el día,
en el descanso de las horas,
los miedos cabalgan en su pradera
robándome como ladrones furtivos
mis sueños y mis alegrías.
28
Hay días que me visita doña amargura,
viene a darme
los buenos días
y se queda a darme
las buenas noches.
29
Escribo versos de lo que siento
describiendo la sombra
de lo que mi mirada ve;
pero hay días que la tristeza
escribe mis poesías.
30
Miedos tengo,
miedos persigo,
miedos me siguen,
miedos corrijo,
que amargura dejan en mi día a día.
31
Hay momento
que mi mirada se pierde
en la sonrisa de un niño
es el momento en que la tristeza
acaricia su pena.
Pippo Bunorrotri.