Amantes de la noche

Mi mente navega en un océano de emociones, con sus sosiegos y sus tormentas, con su calma chica y su mecer acompasado, y los sentimientos son como esa brisa fresca que hace estremecer tu cuerpo acalorado por el sofoco del tiempo pasado, renaciendo la ilusión entre las cenizas de un pretérito apagado

En cuanto el atardecer se retira y llega la noche con su sabana negra, una fina neblina de deseo nos envuelve en cuanto nos encontramos en ese punto de encuentro, ella y yo, donde el horizonte deja de ser un línea para ser un punto donde el mundo no mira, y solo estamos los dos sin importarnos los unos y los otros, prestos a dejar aparcados en el olvido todos los vetos impuestos y entregarnos libres sin tabúes aprendidos al arrebato la fogosidad de nuestras pasiones. Me pierde la tentación de explorar cada rincón de su cuerpo, mis dedos recorren con la mesura de su tiempo lento cada centímetro de su piel sintiendo el abismo de sus poros, mis manos acarician con arrojo y anhelo sus muslos, sus caderas, sus turgentes pechos, su vientre, sintiendo la suavidad de su piel bajo mis manos, que ávidas van de un lado a otro. La noche se hace más negra, la luna se baña en el océano besando sus olas, las horas pasan con la rapidez de sus prisas y sin darnos cuenta el amanecer amenaza con rasgar la sabana negra de la noche, y pese a ello, nosotros seguimos enredados en ardorosas y alocadas sensaciones de placer infinito. Tus ojos me miran con mesura y tu mirada me habla con el silencio de las palabras, instigándome a que siga, a que no me detenga. Continuo sin hacer caso a los límites ni a las restricciones que otros imponen.

La negra noche ya no es tan negra, es una penumbra iluminada por las primeras luces del alba que dibujan las difuminada silueta de las sombras del nuevo día, su reflejo se filtra a través de las cortinas de la ventana, pero pese a ser conscientes de ello, continuamos inmersos en nuestro propio mundo de arrebato y fascinación, estamos embelesados en nuestro propio éxtasis. En tú oído susurro tu nombre mezclado entre palabras de amor y tú en el mio dejas las palabras que encienden aún más el ardiente volcán que nos consume, quieres llegar más allá del horizonte sin línea, quieres que nos convirtamos en una estrella boreal para no volver al caos del mundo. Me pides que te haga sentir el mayor placer, quieres sentirlo todo, y yo encantado y gozoso me pongo a ello, sin preguntas ni peros.

Cuando llegamos al clímax de nuestros deseos, nuestros labios se unen en un infinito beso ardiente, sellando nuestro acuerdo por volver a encontrarnos a las nueve cada noche, ocultos en las sombras de la noche a las miradas de otros. No faltamos ni un día repitiendo la danza sensual que nos consume y que nos une haciendo que nuestro sentir se eleve hacia las alturas, donde nuestros cuerpos se unen para sentir el placer, la unión de nuestro sentir, consiguiendo ese vínculo que nos une para siempre.

Pippo Bunorrotri.

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Ai, Miguel Ángel, tu prosa poética es preciosa, tan bella e íntima… me encantó hasta el final!! :clap: :clap: Y debo confesar que las prosas por Internet me cuesta leerlas, pero en tu caso, ese magnífico primer párrafo me ha llevado a leerte entero. Gracias por esto! Grande! :clap: :clap: :heart: :heart: :heart:

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Gracias Marta Un abrazo

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Es una intimidad pura, loca, apasionada. Una pasión que nada ni nadie la detiene. Muy sensual.

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Gracias @varimar Esa era la intención cuando lo escribí que mostrase la pasión mostrando una serena sensualidad-
Gracias por tus palabras Abrazos

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Es sensual y delicado, tocaste el tema sin caer en lo vulgar y chabacano. La verdad me gustó

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gracias de nuevo @varimar Buena tarde

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