Si a mis ojos le duele tu mirada
y al corazón perturban sus latidos,
reprimir no pretendo los sentidos
dando toda respuesta por sentada.
Quizás sienta que el alma atormentada
por alto nunca pase tus olvidos,
porque ya de placeres reprimidos
de tanto ocaso está desencantada.
Quizás mi teoría sea cierta
y aplicármela deba yo primero
para poder probar el resultado,
pero si la razón no se despierta
de nada servirá que ponga esmero
donde el orgullo esté todo agotado.