Allí hubo una vez un laberinto

Allí hubo una vez un laberinto
donde ahora casi ya no hay nada
apenas el trazo de unos aplanados cimientos
circuladuras por borrar
la firma de lo concéntrico
la organizadura del trono de Dios
el camino univiario
hacia el inevitable centro
donde nos enfrentaremos espéjicos
con nosotros mismos.
Allí hubo una vez un laberinto
el sitio hacia el viaje interior
el imperceptible hilo gotario
rosareándose cuéntico
en equidistantes rezos
desde el seno de un tinajero
ondeando cebóllico
en la solidez del cristal terraico
su inconfundible concentricadura.
Allí estuvo una vez el dédalo de Dédalo
ya no hay sendero hacia nosotros
al buscarnos en la faz del otro
mi querido enemigo minoico
y minotáurico.-

Chane García.
@ChaneGarcia.

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