Sí, esta vez te esperaré más cerca del abismo
allí, donde el pétalo de la rosa abrupta termina
en la curva de una cornisa en la niebla
endegradándose hacia el amarillo blanqueario
en el crisol del atardecer
desapareciendo en una voluta de nieve.
Toda rosa blanca está llena del vértigo secrético.
Ese será nuestro sello sub-rósico
así me reconocerás en la neblinosa ribera
… allá
donde las almas deambulan como estando perdidas
tratando de reengancharse de nuevo a la vida
en vano al desencarar la muerte.-