Algunos presumen ser
hasta los dueños del sol,
pero se queman,
por estar tan cerca…
a otros les aplasta el acero
y en sus retinas…
solo hay tinieblas.
Mil gorriones están muertos,
sobre escombros y otros
muertos…
algunos comienzan a vivir
y otros se mueren en el
intento…
de ese preciso momento.
“Inspirado en una canción de León Gieco”