Aldonza Lorenzo

En un suburbio del tiempo,
entre largas autopistas y un paisaje yermo
y ausente, vacío de esperanza,
páramo desolado,
se yergue un club de carretera.

La música enhebra la fiebre y el éxtasis,
la acompasada cadencia del hastío y el deseo.
Y la dulce Aldonza sirve, despacio, la copa del olvido
a los escasos clientes,
héroes de la desolación y la ruina,
galeotes de la desidia y el fracaso,
con una sonrisa en sus ojos claros, traslúcidos.

Aldonza rememora soles antiguos,
el rumor de una fuente, la plaza con su iglesia;
ve al jinete que se aleja, silencioso,
hacia la amarga podredumbre de la gloria,
caballero enloquecido, hombre enamorado,
niño en desamparo.

Al rayar el alba, frente al espejo,
ve la mordedura de los siglos,
el polvo del camino,
mientras lee una vez, mil más,
el viejo pergamino,
la carta que otrora, el viejo caballero,
dulzura de perpetuo enamorado, le escribiera.

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Magnífico poema! Me gustó mucho esa hermosa descripción lírica y quijotesca del ambiente…:clap::clap::clap:
Buen día, José Antonio!

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Es una Aldonza trasplantada. Gracias por el comentario. Un saludo.

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Qué original y bien descrito.

Me la estaba imaginando perfectamente…

:clap::clap::clap:

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Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.

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Uff muy descriptivos y desoladores versos, tan certeros y plenos de nostalgia, poeta!!!:clap::clap:

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Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.

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Me ha encantado esta historia en versos. Muy buena.

Un abrazo, José Antonio.

:hugs::hugs:

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Precioso !! Me recordó “Retrato” de Machado . Lo que has escrito es "de l’art à l’état pur " y está a la altura de un tan gran poeta . Magnifico maestro !! Magistral !!

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Muchas gracias por tu enriquecedor comentario. Un saludo.

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Muchas gracias por tu amable y encendido comentario. Un saludo.

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