El cielo tiñe
de azul el desconsuelo
sol en mi nieve.
Sol en mi nieve
los días se derriten
si no estás tú.
Si no estás tú
llenando soledades
mis hojas tiemblan.
Mis hojas tiemblan
sobre las viejas ruinas
arde el crepúsculo.
Arde el crepúsculo
y huyeron los recuerdos
me falta el aire.
Me falta el aire
que mueva mi arboleda
ven en el viento.
Ven en el viento
que arrastre mi espesura
impenetrable.
Impenetrable
te espero en tus orillas
al sol de otoño.
(Esta cadena de senryu está dedicada a todos los enfermos de Alzheimer, cuyo día se celebra hoy, 21 de septiembre. Se publicó en el antiguo Poémame en mayo de 2020)
Pintura: “Bosque de abedules en otoño” Christian Rohlfs.
¡¡¡Qué belleza!!! Parece una especie de rosario poemado el cual fue tejido hilvanado cuentas japonesas je, je, je ¡Una delicia de concatenación! —tú eres sutilmente buena concatenado cosas—.
Dulce y tranquilo, como el sol de otoño.
Me gustó la dedicatoria, es una enfermedad difícil de afrontar por parte de los familiares. Buena idea volver a publicarlo
Que bellos y que lectura más rítmica con los encadenados y lo más gratificante es el sentimiento y la delicadeza a quién van dedicados, a los que sufren esa enfermedad tan despiadada con la vida y el sentir, muy emotivos, amiga!!?
Querida Mari, esas cadenciosas agrupaciones de senryu, son maravillosas y su dedicatoria sublime, como toda tu obra.
Mi madre padeció ese mal de marras por más de seis años, y duele recordarlo.
Dicen que es hereditario, y yo haré todo lo posible por demararlo todo lo poesible.
Fuerte abrazo
Ya lo sé, amiga!
Este fue el que te enseñé para empezar la colaboración, lo publiqué en el antiguo. Y a partir de ahí hicimos el nuestro.
Gracias, mi compi!
Gracias, mi Sensei! Ya lo habrías leído en el otro, no sé si te lo mandé para tu revisión, quizás sí… el taller lo hicimos un año después, creo.
Besitos fuertes, amiga!