Para Jimena esta celebración en el lujoso crucero por el Mediterráneo que le había obsequiado su padre, sería un viaje muy diferente. La noche antes de llegar a puerto, luego de la alocada discoteca repleta de adolescentes, peinándose ante el espejo, notaba los movimientos del cepillo diferir de los suyos, de cuando en cuando, muy sutilmente. Aquello no era una fantasía, se lo decía su intuición. El vaso de agua que había dejado medio lleno en su bandeja, en el espejo de pronto se reflejaba vacío. Debía ser su hermana no nacida. “Tendrán gemelas” dijo el ginecólogo, dieciseis años atrás.
Buena respuesta en un entretenido micro relato. Con pocas palabras se puede expresar bastante. Lo Cabral no quita lo cortés, pregonaban Facundo y Alberto
Felicidades