El dolor se esconde
la razón se pierde
y por dentro
todos los estados del agua,
física simple,
y fuerza y velocidad
de trenes al precipicio.
Se rompe la nada
laxa y suave
que se hizo frágil
después de tanto granizo.
Siempre ha sido incolora
a ratos salobre, sosa
de piel inconsistente,
volcánica y pétrea
de labios cosidos
y truenos cáusticos.
Una nada
de iris cristalino
y sangre turbia.
Sin días sin fuego
con ríos de luna,
siempre olvidando
que no es de concreto
siempre inventándose, siempre lloviendo
haciéndose cielo;
es vapor de silencio
con voz de crepúsculo
y latidos de viento.
…Y por dentro; así es la presentación de ese ser interior interviniente como sujeto lírico en este hermoso poema, sin ser una narración creo que apelas acertadamente a la figura de la etopeya para declararte incolora, «…salobre, sosa de piel inconsistente…» que siendo estos rasgos externos en el agua, presiento una vinculación con una personalidad interior, una descripción de un paisaje por dentro. Aplausos y reconocimiento sincero por tu palabra.
El ser siendo agua, el agua siendo ser…
Maravillosa tu apreciación mi muy estimado Domingo, mil gracias por pasar y beber o más bien catar así este poema!