Surca la ola,
que el miedo,
no te haga caer
en la espuma,
derrotado.
Agárrate a las riendas,
que caballo de la calamidad
no te derribe.
Vendrán vaivenes
en el tren
de la vida,
difíciles.
Agárrate a la esperanza,
y camina.
Caminarás,
perpetuamente,
engrilletado
a las heridas,
a los errores,
a los tropiezos.
Laméntate,
lo que dura
una noche amarga,
solo lo justo,
aprende de sus lecciones,
y sigue.
Agárrate a la esperanza.