Recuerdos
de
esas noches
de
ensueño y luz
cuando una gran felicidad
era
el destino cierto.
Contradicciones
expuestas
por una vida
de matices sin obstáculos.
Rebuscando las memorias
de tenues gamas,
por miedo
a dar la cara
a la soledad
triste,
y acabando por aceptar
que la verdad
no
se sortea
por
temor.
¡Hola, Juan Carlos!
Sí, es algo, como decimos acá, de “pagarse y darse el vuelto”.
Vivir pensando en recuerdos de tiempo (supuestamente) mejores para terminar afrontando que, con miedo o no, debes seguir adelante.