Sabes,
desde ayer
hay un infierno a las 2 de la mañana.
Entre escombros
y en secreto
ardes.
Para después, volver a mí
y condenarme
a la luz
rara
confesión de tu amor.
De mi existencia
en el sueño,
es demás
una oración,
y el sagrado
beso
que fue
en otras.
Pero, te hice dios hembra en mí.
Ahh muy bellos y pasionales tus versos amigo, esa Afrodita que enciende el amor!!! Un fuerte abrazo Martín!!!
Ayy qué maravilla, el fuego de tus versos nos alcanza. Abrazos cariñosos.
Hermosos versos, Martín! Abrazos!
Un poema intenso como las luces de ese infierno… Magnífico!
Precioso poema, saludos 
Precioso poema.
Felicidades 