Adicciones

Ese afán de cortejar la melancolía
y seducir las serpientes
con hojas de sándalo.
De emular la perfección
entre la miopía de nuestros espejismos
sorprendidos por lo que esconde la falda
al descorrer los cortineros de la noche
y dejar al descubierto esa perla negra
que despierta el apetito
y condena la contemplación.

Ese afán de confundir los eufemismos
con la poesía que solo habita
entre las frutas maduras
de cortar la oscuridad en siete partes
y no saber qué hacer con las madrugadas
que se resbalan de las manos.

Ese afán de cantarle a las paredes
como los viejos marinos invocarían
a las sirenas ahogadas en sus borracheras
el océano inundando tus mejillas
sobre la cubierta de un navío a la deriva.

Esa adicción insoportable
de creernos los últimos rapsodas
capaces de describir las tormentas
que se revuelven en tu aliento
cuando nada es
y todo resulta insuficiente.

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Hay poemas que tocan en algún lugar un poco más profundo de donde acostumbra a llegar uno en sus lecturas, y este ha sido, para mí, uno de ellos.
Mi más sincera enhorabuena.

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@wallacegere Muy agradecido, me alegra mucho compartir esta adicción con una persona de tu sensibilidad, un abrazo

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@Guille qué hermoso saberlo, un fuerte abrazo…

Tu poema empieza bien y acaba mejor

Es un hermoso poema, enhorabuena

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@josemanuelperez , muchas gracias, un placer recibir tu visita en este muro…