Palabras que sumisas se cuelan
por la ventana entreabierta
de un suspiro…
¿Acaso el silencio amable que te cito
con los ojos mansos de una mirada,
ni son anhelo, ni son nostalgia…
ni son suspiro, ni son palabras…?
En la playa de tus labios
llegan a oleadas mis besos
y en la barca de tu espalda
navego del mar adentro…
¿Acaso las ansias quietas
no son gaviotas conformes
que posan sus alas blancas
en las rocas y en los bordes…?
En el tránsito húmedo
de noches y de mañanas,
las manos son el reencuentro
de tu sí y de mis ganas…
¿Acaso el sol que se viste
entre calles y ventanas,
nos niega el pan y los peces
cuando despiertos nos miramos
y nos besamos con creces…?
Contigo, me quedo…
te siento…
Sin ti, te busco…
te encuentro…
¿Acaso te quiero más
cuando te veo y te tengo…?
¿Acaso la soledad,
no son lapsos que debo…?
Con el cheque de estos versos,
te compenso mis adeudos…
¡Cóbrate todas las deudas
de mis manos y mis besos…!