Que bello y nostálgico tus versos al borde de ese acantilado, me ha encantado esta pregunta final, es cierto que a veces lloramos por lo que pudo ser un crudo invierno, mejor desvanecerse antes!!! Bssss!!!
Salve, poeta! A mí tampoco me agrada mucho la palabra poetisa, me gusta más poeta, aunque sea aspirante. Nunca fui partidaria de ella, pero aquí me estoy medio acostumbrando porque hay gente que la utiliza.
Gracias por venir, Carmen! Sabes que siempre eres bienvenida!
Bellos versos! Me gustan los claroscuros de romanticismo y melancolía que mezclas virtuosamente en el lienzo de tu poema.
Hermoso poema!
Abrazos cariñosos, María!
¡¡¡Ayyy, qué bello!!! Cuando te pones en una onda toda mortuoria, te salen unos poemas de una belleza trística que arroban, quitan por un instante el aliento… ¡Bravo!, no dejes de buscar la belleza allí, bajo la hojarasca muerta.
Es un bello poema nostálgico. Pero hasta en el crudo y frío invierno tu le sacas de debajo de sus hojas caídas mucha belleza. Abrazos para ti mi amiga con mi afecto
Bella melancolía en esa nostálgica indecisión. Estoy yo también con el tema de las hojas indecisas , el otoño y el invierno. Debe ser por este raro verano
Me he tenido que reír, Chane!! Tus comentarios me encantan, son tuyos, propios!! Lo de la onda mortuoria y la belleza trística me ha hecho mucha gracia!!!
Me alegras la vida, amigo! Un abrazo fuerte, fuerte!