Allí está ella
preparando el “mingadito”.
Atiza, atiza el fuego,
con los cuyes juguetones
que a sus tobillos besan.
Alli está ella,
en la Túpac Yupanqui, sin campo,
con su sonrisa, con tan ágiles ojos,
levantando el premio a la mejor madre.
Allí está ella,
con nuestros besos
en su recuerdo; en su campo.
Te decimos, como por sorpresa,
esta mañana, a coro:
¡Gracias abuelita! ¡Abuelita!
– Lima, 10 de febrero de 2021.