Hoy me entristece la falta de un abrazo.
Hallo consuelo en los bares y expendios
de música al detal, donde la bohemia y la soledad se hacen cómplices indisolubles en un vaso de whisky conteniendo las ganas de llorar.
Este hermoso arranque es una verdad, de ellos aprendimos otras sendas que nos lleven hacia otra parte.
Precioso poema, con no menos un hermoso remate…
Allá van los abrazos de mi parte, amiga!