Con etéreo vuelo y en pandilla
luce sus galas el abejaruco.
Se contempla arrogante como brilla
en arroyo Pinar Sierra, sin truco.
Bisbisea con su canto de trilla,
sin causar dislate ni repeluco,
por era Teniente. Allí la mulilla
da vueltas y vueltas como farruco.
Jarrillo le espera en la lejanía,
y el Chanza ofrece taludes seguros
a toda la trupe que en lozanía
cuidan sus pollos sin grandes apuros.
Los barrancos con su monotonía
aportan la guinda en croar de anuros.

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Ve54
2
Hermosa dedicatoria para el ave
La poesía es para todos.
Así es, la Naturaleza es un compendio de seres vivos. Gracias, por dejar tu opinión.
Precioso soneto! Me gusta que incluyas esos lugares de nuestra zona, sobre todo, el Chanza…
Un abrazo, José!
Que bellos versos, poeta!!!
Pedro
6
Maravilloso soneto. Mis felicitaciones, poeta.
Gracias, María. La evocación del terruño, que no falte. Un abrazo
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Gracias, Lucía. Me alegro que te guste el soneto. Saludos
Gracias, Pedro, por leer y comentar. Abrazo