A tu antojo

En
los entre hilos del cartón,
emergen los pensamientos a tu antojo, mientras las flores
trascienden su aroma
al infinito.

Al mismo tiempo
las manos garabatean sobre el instante del suspiro.

Como si estas fueran las autoras del placer.

Obviamente, hay rumores de entusiasmo en las entrañas,
y hay miradas que reflejan
la porfía del
amor.

También
lo dice la deleitable silueta de los labios, aunque
reaviven un silencio
fugaz.

En medio del estío.

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