Aquí estoy, frente a ti
mujer de mis ilusorios deseos…
Agoniza mi aliento
de bosques sofocantes
en tus labios
expandidos y planetarios …
En este final de ocaso
suelta tu sostén negro
y blusón de seda blanco…
Muéstrame
tus atrevidas colinas,
cintura y vientre esmaltado,
calafateado con aceite de argán y oliva
Oh, mariposa monarca…
Oh, continente perdido…
No pensemos en las consecuencias
y la moral puritana
abrázame, fúndete y húndete
en mi llanura extensa
hasta socavar los tronos,
principados y ángeles…
Y así ver el mundo
en su completa inmensidad
encima de esta neblina
y mirador campestre…
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