A veces nos buscamos
y estamos frente a frente.
¿Qué será de nosotros compañera?
¿Qué será de los labios
fundidos en el polvo?
¿Qué será del paisaje
fuera de la ceguera?
Un escritorio.
Una mano sobre las manos.
¡Y parece tan cierto!
Las palabras no abundan.
Son códigos del aire.
Son cartas en el viento.
Tan sólo una mirada.
Una mueca en la tarde.
Una dulzura a piel de flor.
¿Qué será de los ojos
fuera de las murallas?
¿Qué será del abrazo
fuera de la despedida?
Tan solo eso…
Una mirada.
Una mueca en la tarde.
Una dulzura a piel de flor.
Un barco vagabundo
condenado a ser libre.
Una bomba sobre las cadenas.
Un beso en tu mejilla.
Una patria libre!
Un alma vieja.
Unos ojos tristes.
Una princesa hecha de barro.
Un amor para dar.
Un mejor no pedir.
¿Qué será de los pájaros
afuera de sus jaulas?
¿Qué será de nosotros compañera?
Un escritorio.
Una mano.
Una palabra.
Un código.
Una carta.
Una mirada.
Una mueca.
Una tarde.
Una dulzura a piel de flor.
¿Qué será de nosotros
después del precipicio?
¿Qué será de los cuerpos
cuando falte la carne?
¿Qué será de la vida
cuando abunden los vientos?