Dedico este poema, a mi MADRE.
Por ser una mujer tan valiente, luchadora,
y extremadamente fuerte.
Por ser ese faro de luz y esperanzas en la vida.
Una mujer admirable, a la que admiran
porque siempre mira con positividad,
con esa gran fortaleza que posee
en su alma. De seguir adelante y poner
siempre una sonrisa, aunque cueste la vida.
Tan generosa, trabajadora, amable, cariñosa…
Madre y abuela, pero sobre todo, una MUJER
que nunca se ha rendido.
Es una mujer SOL, que irradia luz e inspiración,
que inspira con su ejemplo a los demás.
Mi madre, maestra de enseñanzas de la vida…