A mi madre

¿Qué cosas madre nunca te confié
en mi vida que tú ya no supieras
si por mucho que tú no me dijeras,
cuánto me sucedía lo callé?

Si lo hice mal que bien, no pregunté,
cuando en tu percepción lo descubrieras,
pronto perfeccioné mis orejeras
a las que sin remedio me aferré.

¿Qué cosas madre escabullirte pude
si mi alma con la pena de sus sueños
impertérrita estuvo allí presente,

si por más que mis poros yo desnude,
dando al traste con todos tus empeños,
resignada te fuiste de repente?

3 Me gusta